Ontinilla (Veronica tenuifolia)
La ontinilla es un arbusto perteneciente a la familia de las escrofulariáceas, caracterizada principalmente por ser bastante tóxica, como luego veremos.
Es planta
perenne, un poquito leñosa en la base, con los vástagos del año arqueados y
empinados.
En cada nudo
tiene un par de hojas opuestas y a menudo sendos brotecitos en sus axilas.
En los
encuentros de las hojas superiores, justo por debajo del ápice del tallo, sale
una pareja de ramilletes florales, desnudos de flores en la parte inferior.
El
fruto es una cápsula comprimida de perfil aovado invertido, es decir, con la
parte más ancha en lo alto, donde forma una escotadura muy prominente.
Se cría entre
matorrales y en bosques poco espesos de tierras bajas y montañas calcáreas de
poca altura.
La
ontinilla florece desde mediados de abril en adelante, madurando sus frutos a
partir del mes de junio.
De su
recolección interesa la planta entera, la cual se debe recoger justo antes de
que la planta florezca, ya que es en este momento cuando mayor actividad posee
la hierba.
En realidad
esta planta no se debería incluir en los tratados sobre plantas medicinales ya
que se trata de una planta eminentemente tóxica, incluso cuando se maneja con
las debidas precauciones.
En
la zona del bajo Aragón se empleaba antiguamente como hierba emética y
fuertemente purgante, pero ocasionaba más problemas de los que en realidad
solucionaba.
Por esta
razón su uso cayó en el olvido, aunque se siguió incluyendo en los manuales
sobre plantas medicinales.
En
otros tiempos, casi todas las enfermedades se intentaban curar con cualquier
remedio que lograra expulsar materia del cuerpo.
Así
prosperaron gran cantidad de vomitivos, laxantes, purgantes, e incluso
sustancias que tuvieran efecto diurético.
Los problemas
empezaron a surgir cuando muchas personas que acudían a los doctores de su
época resultaban fuertemente intoxicadas por el remedio administrado, algunos
incluso con resultado de muerte.
Por
esta razón, muchos de los preparados empleados iban poco a poco cayendo en el
olvido, quedando solo aquellos que resultaban realmente eficaces o los que eran
inocuos.
En
el caso de los purgantes los resultados en la mayoría de los casos eran
desastrosos, ya que el efecto purgante casi siempre va acompañado de fuertes
dolores tipo cólico, además de una gran pérdida de líquido y sales minerales.
Por
esta razón -hablando en líneas generales-el empleo de sustancias laxo-purgantes
siempre debe estar supeditado a control médico, aunque la sustancia en cuestión
se considere muy suave.
La
antigua forma de administración de esta planta no ha trascendido a nuestros
días, pero poco importa ya que se aconseja prescindir del uso de esta especie,
a no ser bajo estricto control médico.
Tóxico. Purgante peligroso
0 comments:
Publicar un comentario