Convalaria
(Convallaria majalis)
La convalaria es una planta
herbácea perenne provista de rizoma rastrero del que arranca la parte aérea,
alcanzando una altura no superior a un palmo.
Las flores se reúnen en un
racimo, en número de cinco a diez; son de color blanco, con forma de campanita
colgante, aparecen divididas en seis lóbulos y tienen un olor muy suave.
El
fruto es una baya globulosa de color escarlata, dividida en tres habitáculos en
donde se encuentran las semillas.
Se
cría en todo el pirineo hasta el país vasco, aunque donde se encuentra más
abundante es en determinadas zonas de Castilla.
También
es una planta ornamental, por lo que no es difícil verla en parques y jardines.
Florece en mayo.
De
la recolección interesan las sumidades floridas.
En nuestro país esta planta es
muy escasa; por ello no debería arrancarse sino solamente cortarse las plantas
floridas, con sus hojas, a flor de tierra, dejando algunos vástagos en cada
cepa, de manera que la planta no muriera del todo y pudiera recuperarse al año
siguiente.
El mejor momento para disponer de
ella es cuando se abren las flores, poniéndola a secar rápidamente.
El
principio activo más importante de esta hierba es la convalatoxina, sustancia
muy tóxica en uso interno.
Su
toxicidad se centra en una de las vísceras mas importantes de nuestro cuerpo,
que es el corazón.
A dosis pequeñas se comporta como
un enérgico tónico cardíaco, no acumulándose en nuestro organismo de manera
apreciable.
En
esto se diferencia de otros cardiotónicos que sí se acumulan, resultando
tóxicos.
Pero
es una planta que suele inducir al vómito con relativa facilidad y además sus
efectos farmacológicos no son todo lo regulares que cabría esperar, siendo así
que su empleo doméstico está absolutamente contraindicado.
Como casi todos los medicamentos,
su uso debe dejarse en manos de personal especializado que, hoy por hoy, son
los médicos.
A los aficionados a la recolección
de plantas con fines medicinales hay que hacerles una advertencia: el "ajo
de oso", una especie de la familia de las liliáceas, cuando está sin
flores puede confundirse fácilmente con esta venenosa planta; para
distinguirlas, conviene frotar la planta: si despide un fuerte olor a ajo, la
duda está resuelta.
A nivel médico, esta planta tiene
cierta utilidad en distintas enfermedades cardíacas preferentemente en casos de
debilidad cardiovascular y retención de líquidos por causas cardíacas- pero
solo en determinados enfermos y bajo estrecha vigilancia.
Es una planta que ni se debe
recolectar ni mucho menos emplear en autoterapia; por tanto no merece la pena
ahondar en sus posibles formas de administración.
Tan
solo hay que mencionar que se emplea también en determinados tratamientos
homeopáticos.
Tóxico. Cardiotónico.
Diurético
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