Orno (Fraxinus ornus)
El
orno es un frondoso árbol de corteza gris que puede alcanzar hasta los ocho
metros de altura.
Pertenece a la misma familia que el olivo, esto es, a las oleáceas.
Sus
hojas se componen de cuatro a ocho pares de hojuelas relativamente anchas; las
flores son hermafroditas y de color amarillo pálido y se encuentran agrupadas
en racimos compuestos.
El
fruto lo constituye un aquenio que contiene una sola semilla.
Es
un árbol muy común en tierras valencianas.
Se le conoce también por el "árbol del maná": nombre que
hace referencia a que durante el verano se practican numerosas incisiones a lo
largo del tronco, del que rezuma una sustancia viscosa que, una vez condensada
y endurecida, se vende con el nombre de "maná".
Florece en mayo.
Desde el punto de vista medicinal, lo que interesa
fundamentalmente es el maná que antes comentábamos.
Para aprovecharlo, en algunos países se planta el orno y se cría
de veinte a treinta años; entonces los árboles se sangran haciendo durante el
verano incisiones en su corteza por las que fluye un líquido que pronto se
espesa; a las pocas horas se convierte en una masa sólida de color amarillento
y sabor dulce.
Esto
es lo que se conoce con el nombre de maná; sustancia que contiene hasta un 55%
de un azúcar llamado manita, junto con otros azúcares que se encuentran en
menor proporción.
El
maná es un purgante de sabor dulce, que se da sobre todo a los niños.
Como ya hemos comentado en otras plantas con efectos similares,
los laxantes y purgantes muchas veces se diferencian únicamente por la dosis
que se emplee.
Así, en el caso que nos ocupa, si se usa con moderación se
comporta como un suave laxante, especialmente indicado para los intestinos
todavía jóvenes como son los de los niños.
Pero
no se debe dejar que se acostumbren a este tipo de sustancias desde edades tan
tempranas.
En
casos de urgencia pueden venir bien, pero si el niño continúa estreñido
entonces habrá que acudir al médico.
Normalmente se puede conseguir acostumbrar al niño a que haga una
deposición diaria, con una dieta rica en residuos -esto es, con un alto aporte
de fibra.
Si por el contrario le acostumbramos a funcionar a base de
laxantes, lo único que conseguiremos es estropear el funcionamiento normal de
su aparato digestivo.
Por tanto, empleemos el maná de manera adecuada, sin abusar de él
y siempre bajo supervisión médica.
.-
Laxante para adultos. En el caso de personas adultas se pueden emplear de 40 a
60 g. del producto, disuelto en un vaso de leche bien caliente.
.- Laxante para niños. Según la edad del niño, se pueden usar
hasta 30 g. de maná, también disuelto en leche caliente.
En cualquier caso, conviene consultar la dosis con el médico o
farmacéutico.
Laxante suave.
Purgante. Antiinflamatorio