PIE DE LEÓN (ALCHEMILLA VULGARIS)
Esta planta es de las que llaman vivaces, ya que muere en otoño y revive en primavera.
No alcanza mucha altura y las hojas se amontonan en la base de la planta, quedando pocas en el tallo.
Las flores, pequeñas, nacen en las ramas terminales y se caracterizan por no tener corola.
De esta especie se distinguen numerosas variedades, que se diferencian en la forma y vellosidad de las hojas.
Se cría en los prados y laderas de todo el Pirineo, cordillera de Aragón, sierra de Guadarrama y hasta en lo alto de Sierra Nevada.
Florece a partir del mes de mayo y esta floración se prolonga hasta junio-julio, dependiendo de su localización geográfica.
De la recolección con fines terapéuticos interesan las hojas y partes aéreas; estas partes se deben recoger cuando la planta acaba de vegetar, a finales de verano o al comenzar el otoño.
Según numerosos estudios, la planta es muy rica en taninos.
También se han encontrado cantidades relativamente pequeñas de ácido salicílico, fitosterol, ácido palmítico y ácido esteárico.
Se pensaba que en la composición del pie de león había alguna saponina, pero esta afirmación está en entredicho actualmente.
Gracias a la alta concentración de taninos, esta planta tiene la virtud de ser muy astringente y antidiarreica.
El ácido salicílico, aunque se encuentre en no muy alta concentración, le confiere propiedades antipiréticas, analgésicas y antirreumáticas.
Por tanto, es una planta indicada en casos de diarrea, gota, obesidad, reumatismo, gripe y fiebre.
También se puede emplear de forma externa en faringitis, heridas, ulceraciones cutáneas y eczemas.
En general, esta planta se usa preferentemente como antidiarreico, ya que la concentración en salicílico es muy baja.
La diarrea es un aumento de la fluidez y número de evacuaciones intestinales habituales para cada persona.
Las causas pueden ser muy variables: infección intestinal, intoxicación alimentaria, alteración del funcionamiento normal del intestino, etc.
La consecuencia más inmediata es la pérdida de agua y electrolitos, que puede dar lugar a desequilibrios importantes en el organismo.
El uso de sustancias astringentes es necesario, pero el primer objetivo ante una diarrea es evitar la deshidratación y pérdida de electrolitos.
Por ello, no hay que olvidar la importancia de administrar abundante líquido con sales minerales.
Y por último, ante una diarrea, lo primero que se debe valorar es quién la padece: un lactante, un niño pequeño y un anciano son los que más pueden verse afectados por ser especialmente sensibles; por ello, antes de administrar cualquier remedio casero a estos pacientes, se debe visitar al médico sin dilación.
.- Cocimiento. Se hierve entre 30 y 60 gr. de la planta en un litro de agua.
De esta tisana se debe tomar cuanto se pueda, o por lo menos cuatro buenos tazones al día, ya que además de beneficiarse con ello de los efectos antidiarreicos y astringentes, reponemos líquidos perdidos por las repetidas deposiciones.
.- Uso externo. Para lavar las llagas y heridas se prepara un cocimiento más concentrado, poniendo a hervir hasta 90 gr. de la planta por litro de agua.
Antidiarreico. Antiinfeccioso. Antipirético
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