Alazor
(Carthamus tinctorius)
El alazor es una vistosa hierba
perteneciente a la familia de las compuestas tubulifloras.
No suele alcanzar más de medio
metro de altura, y su tallo es recto y erguido; las hojas tienen forma entre
aovada y lanceolada.
Echa
unas cabezuelas grandes, envueltas por las hojas superiores.
Las flores son de un color
amarillo intenso, y con el tiempo se vuelven anaranjadas.
Los frutos tienen forma
prismática, con una base estrecha y una longitud inferior a 1 metro.
Se cría cultivado en determinadas
zonas de Cataluña, Murcia, comunidad valenciana y Andalucía, encontrándose
también asilvestrado por todas partes.
Florece
en verano, durante toda la estación.
Con fines medicinales interesan
las flores y los frutos.
Las flores de las cabezuelas se
recolectan justo antes de que se marchiten y se llevan a secar tan pronto como
sea posible; si no se dispone de secadero, el secado se hará a la sombra.
En cuanto a los frutos, se
recogen cuando la planta va a secarse.
En los frutos existen abundantes
grasas insaturadas.
Estas grasas se obtienen por
prensación del fruto, rindiendo hasta un 23% de aceite de alazor.
En
cuanto a las flores, lo más característico de ellas son las materias
colorantes: una roja (llamada rojo de alazor) y otra amarilla; esta última ha
sido ampliamente utilizada como falsificación del azafrán.
Además, las flores también
contienen flavonoides y un principio amargo llamado arctiosido, que se
encuentra en toda la planta.
El aceite de alazor se ha
empleado mucho como laxante o purgante, en función de las dosis; pero este
aceite reúne una serie de características que le hacen merecedor de una acción
hipocolesterolemiante.
En efecto, por su gran predominio
en ácidos grasos no saturados, se emplea para rebajar el exceso de colesterol
en sangre.
En
general, el uso de grasas insaturadas está muy recomendado para todo el mundo,
independientemente de que se sufra o no algún tipo de hipercolesterolemia, es
decir, que se mantengan anormalmente elevados los niveles de colesterol en
sangre.
Estas
grasas se encuentran principalmente en pescados azules, aceites vegetales, etc.
Otras acciones de esta planta,
menos conocidas, se deben a unos compuestos presentes en las flores; estos
ejercen una acción antifúngica y antinematodos.
En
la India, esta planta se usa de forma externa como analgésico.
En
cualquier caso, la principal virtud del alazor estriba en ser un buen laxante;
pero como siempre, ha de emplearse esporádicamente y siempre bajo supervisión
médica, al igual que cuando se utiliza para rebajar el colesterol.
Antiguamente se extraían los dos
colorantes que antes mencionábamos: con el amarillo se teñía la lana; pero el
color variaba con la luz solar, por lo que se prescindió de su uso.
.-
Infusión. A partir de las flores; se añade una cucharada pequeña de flores a
una taza de agua hirviendo.
Se
pueden tomar hasta 3 tazas al día.
.-
Emulsión. Con los frutos, machacados y tras dejarlos reposar, se obtiene una
emulsión laxante o purgante, en función de la cantidad que se tome.
.- Aceite. El aceite se usa en la
alimentación normal, después de recibir un tratamiento adecuado.
Laxante.
Purgante. Hipocolesterolemiante
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