Albahaca (Ocimum
basilicum)
La albahaca es una
planta herbácea de la familia de las labiadas, originaria de los países
tropicales; es muy común en nuestro país, donde se cultiva en jardines y
macetas.
Es una hierba muy
ramosa, con hojas aovadas y enteras.
Las flores se
disponen en largos ramilletes terminales.
Es una planta muy aromática y perfumada, que se ha utilizado desde
siempre para dar sabor y aroma a muchas salsas y guisos; pero además de ser
condimento culinario, cuenta con otras propiedades medicinales que expondremos
más adelante.
También advertimos que su uso descontrolado puede ocasionar
problemas, sobre todo en niños, por la esencia que contiene en las hojas y
sumidades floridas.
Florece en verano, aunque
puede variar en función de cómo y dónde se haya cultivado.
La sabiduría popular
recomienda llenar la maceta de conchas de caracoles para criar estupendas
albahacas.
Asimismo, se advierte que no
le dé mucho el sol y que no reciba más agua de la necesaria.
Con todos estos pequeños
trucos, se puede lograr un cultivo de albahaca muy fructífero y aromático.
En cuanto a la recolección,
lo que interesa principalmente son las hojas y sumidades floridas.
Las
hojas se utilizan tanto frescas como desecadas, pues no pierden el aroma tras
el proceso de secado.
Lo principal de esta
aromática hierba es la esencia, cuya cantidad y calidad varía dependiendo de su
procedencia.
Por regla general se
encuentra en mayor cantidad en las sumidades floridas, aunque siempre hay
excepciones.
Esta
esencia es rica en metilcavicol, linalol, cineol y eugenol; además de estos
compuestos, también encontramos saponinas en su composición.
Esta esencia confiere a la
planta propiedades aperitivas, digestivas, espasmolíticas, carminativas,
ligeramente sedantes y, en uso externo, analgésicas, vulnerarias y
antisépticas.
Por todo ello, está
especialmente indicada en desnutrición, digestiones lentas y pesadas, espasmos
del aparato digestivo, jaquecas y tos convulsiva.
Externamente se puede
utilizar con buenos resultados en heridas, eczemas y mialgias (dolores
musculares).
Pero
recordemos que las esencias pueden producir cuando menos irritación de las
mucosas y, en el caso particular de esta esencia, usada en dosis más altas de
lo habitual, puede producir efectos narcóticos.
En
muchos sitios de veraneo existe la tradición de comprar una macetita de
albahaca para combatir las plagas de insectos y mosquitos que normalmente
turban el merecido descanso estival.
En
realidad no está comprobado que ahuyente a los alborotadores bichos; pero sin
duda alguna la albahaca daña mucho menos la capa de ozono que cualquier
insecticida de los que se usan hoy día.
.- Infusión. 5 gr. de hojas
frescas se añaden a una taza de agua hirviendo; se añaden unas gotas de limón y
un poco de azúcar.
Se puede tomar una taza
después de las 3 principales comidas.
.- Esencia. Tomar de 2 a 3 gotas, 3 veces al día, al final de las
comidas.
No
sobrepasar esta dosis.
.- Polvo. La albahaca
pulverizada se ha utilizado mucho como el rape para provocar el estornudo.
En el mercado farmacéutico
existen muchos preparados con albahaca.
El mejor empleo que se puede
dar a esta planta es como condimento alimentario, en guisos, sopas, etc., a los
que da un gusto y aroma exquisitos, como muchos saben.
Aperitivo. Digestivo. Sedante
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