lunes, 15 de diciembre de 2014

ORTIGA MAYOR (URTICARIA DIOICA)


Ortiga mayor (Urticaria dioica)

Planta vivaz que gracias a su rizoma vuelve a surgir año tras año, generando un tallo de sección cuadrada y color ligeramente rojizo, que se halla recorrido longitudinalmente por una serie de surcos.
Tanto el tallo como las hojas se encuentran recubiertos por pelos glandulosos que en realidad resultan ser unas formaciones transparentes, afiladas, que se rompen al menor contacto con cualquier cuerpo extraño, clavándose en él y generando un intenso prurito.
Este picor se debe a la acción del ácido fórmico, compuesto que se encuentra en gran cantidad y que al entrar en contacto con un ser vivo desencadena una reacción de tipo alérgico.
Como bien indica su nombre latino, existen flores masculinas de color amarillento y con cuatro anteras que generan el polen para fecundar las flores femeninas que se encuentran en otra planta.
Estas flores aparecen a partir del mes de junio.
Es una planta de tipo ruderal, por lo que su localización y recolección es bastante fácil tomando siempre las precauciones necesarias para evitar su molesto picor, claro está.
Para llevar la recolección a buen fin, se procede antes de la floración, y el secado debe realizarse lo más rápidamente posible.
La raíz contiene taninos que le confieren propiedades astringentes, por lo que se utiliza en casos de diarreas y úlceras gastroduodenales.
Las hojas, al igual que la planta fresca, se emplean como reconstituyentes y remineralizantes, por su gran contenido en sales minerales de hierro, calcio, sílice, azufre, potasio y manganeso.
También contiene clorofila y ácidos orgánicos, a los que debe su marcado efecto diurético, razón por la que se emplea muy comúnmente en oligurias, urolitiasis, nefritis, edemas, obesidad e incluso (de forma externa) en casos de reumatismo y gota.
Se ha observado que presenta una cierta acción antidiabética, por lo que se puede emplear asimismo en determinados cuadros de diabetes. Por último, contiene provitamina A y mucílago.
.- Decocción de las hojas. Tres gramos de hojas trituradas se añaden a 250 mililitros de agua hirviendo, dejándolo hervir durante tres minutos, para después -todavía caliente- dejarlo en reposo durante veinte minutos.
El líquido obtenido se puede administrar hasta tres veces al día.
.- Decocción de las raíces. Se añaden cuarenta gramos a un litro de agua, dejándolo hervir durante diez minutos.
Del líquido obtenido se puede tomar una taza, tres veces al día.
.- Jugo de la planta fresca. Se extrae y se emplea para empapar compresas que se aplican sobre la piel, con el fin de calmar afecciones reumáticas.
También se utiliza como hemostático, pues corta el flujo de sangre presente en casos de epistaxis.
Antidiarreico. Diurético. Antiinflamatorio

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