La parnasia es una
pequeña planta vivaz de la familia de las saxifragáceas.
En su extremo
presenta una roseta de hojas con rabillo largo y forma acorazonada; del centro
de esta roseta se alza un tallo que no alcanza más de medio metro de altura; es
lampiño -al igual que toda la planta- y solo trae una hoja que se abraza a él
por carecer de rabillo.
La parnasia florece
de julio en adelante, prolongándose este período hasta bien entrado el otoño.
Se da preferentemente en prados
de hierba baja más o menos húmedos, en bordes de arroyos, etc., por casi todo
el Pirineo y otras montañas de la Península Ibérica.
De su recolección interesa toda
la planta, que se recolecta cuando se encuentra totalmente florida.
Se pone a secar y se guarda en
bolsas herméticas.
No
es una planta con efectos muy marcados,
o por lo menos no
está estudiada y reconocida como tal.
De
su composición cabe destacar la presencia de ácido tánico y poco más, ya que
faltan análisis completos de esta especie.
En cuanto a sus
virtudes, una de las más antiguas que se le atribuyen se refiere a que tonifica
el corazón -propiedad que viene sugerida posiblemente por la forma acorazonada
de sus hojas.
Este es otro ejemplo
de cómo funcionaba antiguamente la teoría del signo, según la cual las
semejanzas estructurales de una planta o parte de ella con algún órgano del
cuerpo humano llevaban a pensar que esa planta tenía beneficiosos efectos sobre
el órgano en cuestión.
Pero una vez más el tiempo
demuestra que esta teoría carece de fundamento.
La parnasia se usa
principalmente como astringente y antidiarreico, aunque también tiene cierto
efecto cicatrizante que se emplea de forma externa.
Pero estos usos se
han heredado de otros países, ya que aquí en España apenas goza de
"crédito" popular; por esta razón no se le conocen nombres populares,
y los únicos conocidos provienen de la antigua denominación latina de la
planta, aunque no están muy extendidos.
En nuestra Península
disponemos de muchas especies con reconocidos efectos astringentes, por lo que
esta planta no aporta nada al panorama de las plantas medicinales ibéricas. De
todas formas, siempre es bueno conocer otras variedades, pues nunca se sabe si
tendremos que echar mano de ellas.
Al no ser una planta muy usada,
se dispone de poca información respecto a su forma de administración.
Detallamos la
siguiente:
.- Cocimiento. Se
emplea a razón de 30-40 gr. de la planta machacada por litro de agua.
Se deja hervir durante unos
minutos, filtrando el resultante una vez frío.
Se toman 2 ó 3 tazas al día,
junto con las comidas.
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