Ortiga muerta (Lamium album)
La ortiga muerta es
una planta herbácea, muy parecida a la ortiga mayor aunque sus flores se
diferencian morfológicamente.
Tiene
un tallo anguloso ascendente, con hojas opuestas de forma aovada y grandes
dientes en los bordes.
Las flores se aglomeran en las
axilas de las hojas superiores y toda la planta se halla re-cubierta por unos
finos pelos.
Es una hierba muy corriente en
toda Europa, donde suele aparecer como mala hierba en jardines, entre la maleza
y en lugares no cultivados.
En España abunda en los valles de
todo el norte, especialmente en los del Pirineo y la cordillera cantábrica.
La ortiga muerta
florece con la primavera, prolongándose durante todo el verano; la mejor época
para diferenciarla de la ortiga común es precisamente cuando la planta está
florida.
Para la recolección
se recogen las sumidades floridas cuando se están abriendo las primeras flores,
pues luego pierden rápidamente sus facultades.
Popularmente, la
recogida se hace en días secos y soleados, a media mañana, cuando el rocío ya
se ha desvanecido.
El proceso de secado, a su vez,
se ha de realizar rápidamente, extendiendo las sumidades floridas en capas
finas, a la sombra, o en secadero a 40ºC.
Una vez secas, su olor es meloso
y su sabor amargo.
Es importante guardarlas al
abrigo de la humedad.
La planta contiene materias
tánicas, mucílagos, azúcares, un glucósido y trazas de un aceite esencial.
Según algunos autores, también
contiene una saponina que disminuye en concentración a medida que se asciende
hacia las hojas y las flores.
Sus propiedades
farmacológicas más características se refieren a sus acciones tónica y
astringente -debidas a los taninos- y antiséptica y levemente hemostática por
los flavonoides y fenoles; asimismo, la presencia de mucílago le confiere una
acción demulcente.
Por todo ello su uso
está indicado en diarreas, bronquitis, dolores menstruales y otras afecciones
ginecológicas.
Popularmente, se han achacado a
la planta propiedades depurativas, hipoglucemiantes y antirreumáticas.
Además, externamente
se ha utilizado en inflamaciones vaginales, hemorroides, faringitis,
estomatitis y quemaduras.
Otra característica de
esta planta -y que tiene también que ver con su popularidad- es su total
inocuidad; incluso en algunos países europeos, en épocas de mucha hambre, se
utilizaron sus hojas, hervidas y sazonadas con determinados condimentos, como
alimento de primera mano.
.- Infusión. 30 gr. de sumidades floridas en 1 litro de agua.
De esta infusión se pueden tomar hasta 3 tazas al día,
preferentemente después de las comidas.
.- Extractos. Si partimos del extracto fluido, se pueden tomar de
20-30 gotas, 3 veces al día; si se trata del extracto seco, basta con una dosis
entre 0,5 y 2 gr. al día, repartidos en las comidas.
.- Jarabe. Se puede
preparar un jarabe a partir de la tintura de la planta.
.- Uso externo.
Hirviendo la planta un par de horas y dejándola luego en maceración se obtiene
el mucílago de la planta, muy útil para atenuar el dolor de pies hinchados.
Se aplica
directamente.
Astringente.
Antiséptico. Hemostático
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