sábado, 8 de febrero de 2014

BELESA (PLUMBAGO EUROPAEA)

Belesa (Plumbago europaea)

La belesa es una hierba anual perteneciente a la familia de las plumbagináceas.
Esta familia pertenece al grupo de las plantas simpétalas o gamopétalas, es decir, aquellas plantas que tienen todos los pétalos unidos entre sí, como soldados formando una única pieza.
Es una familia poco interesante desde el punto de vista medicinal.
Se trata de una hierba que se seca todos los años en invierno, volviendo a renacer en primavera.
Los vástagos tienen tallos ramosos, con profundas estrías longitudinales; las hojas son onduladas, ásperas al tacto y con los bordes denticulados.
Las flores forman pequeñas espigas en las sumidades de las ramitas.
Se cría sobre todo al borde de campos y caminos, a menudo entre escombros o ruinas de antiguas casas rurales.
Es común en toda la Península, salvo en el área mediterránea.
La belesa florece en verano y otoño.
Para uso medicinal se recolectan las raíces y las hojas.
Es una planta cuyo manejo por personas inexpertas puede resultar peligroso; por ello, se recomienda que tanto la recolección como su posterior tratamiento lo lleve a cabo personal especializado.
La raíz de belesa contiene una sustancia amarga denominada plumbagina.
Según las últimas investigaciones, esta sustancia se hallaría en la corteza de la raíz.
Cuando se aísla, forma cristales de color amarillo.
Tanto la raíz como las hojas -frescas, machacadas y aplicadas tópicamente- producen un enrojecimiento e inflamación instantáneo de la piel, hasta el punto de formar ampollas rápidamente.
Esta propiedad se conoce como rubefaciente y vesicante.
Con cataplasmas preparadas con esta planta se han querido remediar muchos males, como el dolor de ciática, lumbago, los dolores de cabeza persistentes, etc.; pero, generalmente, lo que se ha logrado es inflamar brutalmente la piel, con las consiguientes molestias que ello ocasiona.
Parece tener más efecto para combatir la sarna y otras enfermedades eruptivas de la cabeza.
En cualquier caso, hay que manejarla con sumo cuidado.
Otro mal uso que se le dio a esta hierba fue como remedio para sanar dolores rebeldes de dientes; así, se decía que bastaba solo con mascarla; pero como se puede imaginar, los efectos que provocaba eran sumamente desagradables -hasta el punto de que uno, en efecto, se olvidaba del dolor de muelas.
.- Linimento. Para combatir la sarna se preparaba un linimento compuesto a base de belesa.
Para ello se machacan 100 g. de raíz de esta planta y se añaden a 1 l. de aceite hirviendo; se mezcla bien y se cuela por un lienzo, exprimiendo el residuo al máximo.
Esta mezcla se aplica en la parte del cuerpo dañada por la sarna.
Resulta un remedio muy eficaz, pero debido a su alto poder vesicante hay que tener mucho cuidado.
Existen variantes de la mezcla menos agresivas.

Rubefaciente. Vesicante. Contra la sarna

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