Carquesia
(Genistella tridentada)
La carquesia
es un arbusto leñoso perteneciente a la familia de las leguminosas.
Se distingue
de la otra carquesia -la llamada carquesia fina- por ser más leñosa, dura y
rígida y tener los tallos más anchamente alados.
También
se distingue por carecer de hojas propiamente dichas y tener las flores
reunidas en ramilletes más cortos.
Es una planta
de forma variable y en la literatura hay descritas muchas variedades.
Se cría en
los suelos sin cal de la mitad occidental de la Península, siendo más
infrecuente su presencia en la mitad oriental.
La
carquesia florece (igual que la otra) en abril si se encuentra en tierras bajas
y de mayo a julio en tierras altas.
De
la recolección con fines medicinales interesa la sumidad florida, que debe
recogerse lógicamente en la época de máxima floración.
Una vez que
la tenemos, se procede al secado y posteriormente se guarda en frascos
herméticos.
De la
composición de la carquesia lo único que se sabe -según se desprende de los
últimos estudios- es que posee una esencia.
Esta esencia
es amarilla, ligeramente narcótica y tiene un aroma nada desagradable.
Del resto de
la composición se conoce más bien poco.
Al ser una
especie con muchas variedades, los estudios hechos sobre la planta no suelen
coincidir, ya que la composición varía de una especie a otra.
En
Portugal se usan las carquesias para combatir la tos y como emoliente.
Las flores se
consideran laxantes y diuréticas y las semillas vomitivas.
En
definitiva, se trata de una planta con muchas aplicaciones pero aún poco
estudiada y, por tanto, se deben guardar las debidas precauciones antes de
usarla.
Dentro de las
leguminosas existen mejores ejemplares, con principios activos mejor estudiados
y efectos más claros.
Así
que es mejor que estas plantas de dudosa eficacia se dejen para aquellos casos
en que no exista ningún otro remedio más a mano.
De todas
formas, si se quiere utilizar esta planta, se puede hacer sin peligro, ya que
carece de efectos indeseables -por lo menos en dosis moderadas.
.-
Infusión. Esta fórmula es de efectos garantizados contra la gripe, bronquitis,
pulmonías, etc., y se prepara con 10 g. de las siguientes plantas: flor de
borraja, flor de carquesia, flor de saúco y raíz de altea.
Se hierve
todo junto con 1/2 l. de agua, se deja enfriar y se cuela a través de un
lienzo.
Se edulcora a
gusto de cada uno y se toma una cucharada sopera cada dos o tres horas, durante
los días que dure el proceso gripal.
Antitusivo.
Emoliente.
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