Ajo (Allium sativum)
Oriundo de Oriente Próximo, se conoce desde la
antigüedad tanto por sus propiedades como por servir de condimento en otras
culturas como la egipcia, griega, romana y árabe.
La planta puede alcanzar hasta los 50 centímetros de
altura y cuenta con un tallo cilíndrico y recto que se curva después de la
floración; sus hojas presentan nervios paralelos y son finas y planas en la
parte baja; nacen de un bulbo subterráneo (la tradicional cabeza de ajo), que
es la parte que se emplea.
En personas muy sensibles puede producir molestias
gastrointestinales, dependiendo de la dosis consumida, y en algunos casos
incluso reacciones alérgicas leves con irritaciones cutáneas.
La floración es en primavera y verano, y la
recolección del bulbo se efectúa justo al inicio de la misma.
La siembra de los bulbillos se lleva a cabo en otoño.
Tradicionalmente los ajos se presentan en clásicas
"ristras", es decir, en trenzas de hojas, con los bulbos muy ordenados;
su almacenamiento en sitio fresco y bien ventilado prolonga su conservación.
Se emplea como diurético, antiséptico, antifúngico, hipotensor,
hipocolesterolemiante, antiateromatoso, antiagregante plaquetario e
hipoglucemiante.
Se usa también en la prevención de trombos.
En la antigüedad se empleaba como bactericida en
infecciones, cólera, difteria..., y se ha demostrado que puede emplearse
satisfactoriamente para matar ciertas especies dañinas del tracto intestinal,
sin afectar en absoluto las especies necesarias para su buen funcionamiento.
Gracias a que elimina el aceite esencial a través del sistema
respiratorio, cuenta también con propiedades balsámicas y expectorantes además
de antisépticas.
Por esta razón se ha empleado popularmente en casos de
tuberculosis, gangrena pulmonar y tosferina.
Posee cualidades rubefaccientes aplicado por vía
externa y después de ser machacado.
.- Tinturas. De 20 a 40 gotas al día, repartidas en
varias tomas.
.- Esencia. 0.2 gramos
en cápsulas blandas o en soluciones alcohólicas u oleosas, antes de las dos
principales comidas.
.- Planta seca. De 0.4 gramos a 1.5 gramos al día, en
varias tomas.
En la actualidad existen preparados estandarizados en grageas, de
doble recubrimiento para evitar malos olores y conseguir así un tratamiento
regularizado y constante.
Las dosis muy elevadas pueden ocasionar envenenamiento, con
vómitos, colapso y convulsiones.
Hipotensor. Antiséptico.
Antifúngico
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