lunes, 3 de febrero de 2014

ZANAHORIA (DAUCUS CAROTA)

Zanahoria (Daucus carota)


La zanahoria es una planta bienal de raíz fusiforme y color rojo anaranjado, que todos conocemos bien por ser un producto comestible habitual en todos los hogares.
Es una planta cultivada que cuenta con numerosas variedades: puede ser de raíz larga, cilíndrica, redonda, anaranjada, amarilla o claramente roja; se cultiva en huertas, jardines o en pleno campo.
También crece de forma espontánea en los collados secos o en las praderas, pero en estos casos se trata de una variedad distinta, distinguible por presentar una flor oscura en el centro de su inflorescencia.
La zanahoria se conoce desde tiempos remotos, tanto como hortaliza como planta medicinal.
La zanahoria florece de mayo en adelante y sus frutos maduran en verano y otoño.
La raíz se recoge entre junio y octubre, dependiendo de la zona, y los frutos a finales de septiembre.
En la raíz de la planta cultivada hay alrededor de un 85% de agua, un 0,3 % de materiales nitrogenados, hasta un 11% de diversos azúcares (entre los que destacan glucosa y sacarosa) y cantidades muy pequeñas de fibra y esencia.
En las hojas encontramos una esencia y dos alcaloides y en el fruto, por su parte, también se pueden hallar cantidades pequeñas de otro alcaloide y algo de esencia.
Pero lo más importante -y por lo que más se utiliza esta planta- es su alto contenido en vitaminas C, B1, B2 y sobre todo carotenos (parte esencial de la vitamina A); son ellos los responsables de que a la zanahoria se la conozca por su capacidad de aumentar la agudeza visual y la visión nocturna.
La raíz es remineralizante, diurética, vitamínica, oftálmica, astringente y cicatrizante.
Las semillas tienen propiedades aperitivas, carminativas, diuréticas y galactógenas.
El zumo de zanahoria es un remedio bien conocido contra la amigdalitis de los niños.
Y a veces se añaden los frutos en las infusiones, para producir un efecto vermífugo.
También tiene aplicaciones como cosmético; en efecto, la máscara de belleza hecha con el jugo o pulpa fresca de la zanahoria cultivada ejerce sobre la epidermis un efecto calmante y tonificante.
Por otro lado, tampoco hay que olvidar que sirve para reforzar y mantener el bronceado; de ahí la costumbre de comer muchas zanahorias antes y después de ir a la playa.
En tiempos remotos se utilizaba una variedad de la zanahoria, la hortense, torrefacta y molida, como sucedáneo del café.
Sin duda, la mejor forma de administrar esta planta es de manera natural: se pela y lava y se toma cruda o en ensaladas, menestras, arroz guisado, etc.
No obstante, en la farmacia se dispone de esta planta en distintas formas farmacéuticas.
.- Perlas. De 325 mg. cada una. Se toman de 4 a 6 perlas en las principales comidas.
.- Jugo de zanahoria. Entre 100/500 c.c. al día, pudiéndose diluir en un poco de agua o leche.
.- Decocción. 1/2 Kg de zanahorias en 1 litro de agua; se hierve de 20 a 30 minutos, se tritura, se añade agua hasta volver a completar el litro, junto con una pequeña cucharada de sal.
Esto se ha de tomar como único alimento durante 2 ó 3 días, mientras dure la diarrea.

Remineralizante. Diurético. Antidiarreico

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