Guija
tuberosa (Lathyrus tuberosus)
La guija
tuberosa es una planta herbácea perteneciente a la familia de las leguminosas;
puede alcanzar hasta tres palmos de altura, con tallos tendidos o trepadores,
angulosos y de hojas compuestas.
De
los tallos salen hojas verdes que presentan en su perímetro una serie de
profundas hendiduras que las dividen, de forma que parece que existe más de una
hoja.
Al
pie de cada hoja nacen dos estipulas a modo de saetas y del encuentro de la
hoja con el tallo surge un racimito florífero de tres a cinco flores de color
rosado.
Podemos
encontrarla en la mitad norte de la Península, aunque también se localiza en
determinadas zonas montañosas del sur.
Por
lo general no es una planta fácil de hallar.
La floración
comienza en el mes de abril, prolongándose hasta el final del verano en
determinadas zonas montañosas.
Produce unas
flores de color amarillo que se localizan en las axilas de las hojas, de forma
individual.
La
recolección se efectúa a finales del verano, con la recolecta del tubérculo.
Para
su mejor conservación se recomienda efectuar una serie de cortes en el mismo a
fin de reducir el tamaño de la porción a secar, en cuyo caso se procede a una
operación mucho más rápida, con lo que se mejora el resultado final.
Su cultivo se
puede efectuar tanto por medio de semillas como de esquejes.
Los
tubérculos contienen altas concentraciones de almidón.
El rizoma y
la raíz poseen gran cantidad de taninos catéquicos que le confieren una acción
astringente, gracias a la cual resulta apropiado en casos de diarrea y también
para aplicar sobre la piel, como cicatrizante en aftas, úlceras bucales,
gingivitis, vaginitis, contusiones y escoceduras.
Asimismo
contiene polifenoles y, en menor cantidad, se puede detectar la presencia de
esencia.
Todo
ello le hace ser un buen anti-infeccioso gastrointestinal, ya que actúa contra
las inflamaciones; es también un buen diurético a emplear cuando fallan otros
remedios más conocidos y se dispone de esta planta, lo cual no siempre es
posible.
.- Decocción.
Se añaden veinticinco gramos del rizoma desecado a un litro de agua, dejándolo
hervir durante diez minutos; después se procede a efectuar el filtrado.
Se pueden
tomar hasta tres tazas al día para conseguir así un efecto anti-infeccioso (a
nivel gastrointestinal) y anti-diarreico.
.- Decocción
para uso externo. Se toman cuarenta gramos del rizoma, añadiéndolo a un litro
de agua y dejándolo hervir durante un cuarto de hora.
El líquido
obtenido después de enfriarse a temperatura ambiente se puede emplear para
efectuar lavados vaginales o también como colutorio.
Astringente. Anti-diarreico. Diurético
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