Castaño de Indias (Aesculus hippocastanum)
El castaño de Indias pertenece a la familia de las
hipocastanáceas, que comprende no más de 20 especies y que son propias de
países templados y cálidos de Asia y América.
Este árbol es originario de Grecia, donde se encuentra silvestre
en muchas montañas del país.
La historia nos cuenta que de Grecia fue llevado a
Turquía y posteriormente la planta empezó a cultivarse en Europa, extendiéndose
muy rápidamente.
En España lo podemos ver muy repartido en parques y grandes
avenidas, básicamente cumpliendo una función ornamental.
Es un árbol de gran porte, fácil de reconocer por sus grandes
hojas enfrentadas y de prolongado rabillo.
El árbol florece en el mes de abril en las costas templadas del
país, y sobre mayo o junio en los sitios más elevados.
El fruto madura a finales de verano o en otoño.
Es típico ver en determinadas zonas residenciales
donde abunda este hermoso árbol cómo los niños, a la salida de los colegios, se
divierten haciendo auténticas batallas campales con castañas, aunque algunos de
ellos suelen salir a veces mal parados, ya que las púas del fruto, si bien son
blandas, hacen daño cuando se usan como proyectiles.
En la corteza de las ramas jóvenes se encuentran unas sustancias
llamadas esculina y esculetina, de sabor amargo.
También contiene taninos, saponinas y diversos elementos como
calcio, potasio y fósforo.
La esculina y esculetina confieren a la planta propiedades
venotómicas, que aumentan la resistencia capilar.
Además posee propiedades antiinflamatorias y controla la
permeabilidad de los vasos, ejerciendo por ello una importante acción
antiedematosa.
Asimismo posee una excelente acción vasoconstrictora, utilizada
contra las hemorroides dolorosas ya que no solo calma el dolor sino que reduce
progresivamente su volumen.
También resulta muy útil al reducir el diámetro de las venas en
las varices y flebitis.
La medicina popular ha empleado las castañas en la
curación de diarreas persistentes, en la disentería, e incluso antiguamente
también contra la malaria.
En aplicaciones externas se ha utilizado para lavar heridas y
sabañones.
Pero no es una planta completamente tóxica.
Alguno de sus compuestos puede resultar tóxico si se emplea de
manera incorrecta.
Las semillas pueden confundirse con las del castaño, pudiendo
ocasionar, tras su ingestión, cuadros de gastroenteritis, midriasis y
somnolencia, por lo que se aconseja su empleo bajo control facultativo.
.- Decocción. Se usan entre 30-40 g. de corteza por
litro de agua, pudiéndose tomar hasta medio litro al día, repartido en 2 ó 3
tomas.
.- Tintura. Preparada a partir de castañas frescas, se
toma 3 veces al día.
.- Extracto fluido estabilizado. De 10 a 35 gotas, tres veces al
día.
.- Lavados. A partir de una decocción de la corteza al 5%, se
pueden realizar lavados locales.
.- Pomadas. Con un 20% de extracto, de aplicación local sobre las
hemorroides.
.- Supositorios con 20-30 mg de extracto seco.
Antiedematoso. Venotónico. Antiinflamatorio
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