sábado, 8 de febrero de 2014

CASTAÑO (CASTANEA SATIVA)

Castaño (Castanea sativa)

Árbol de gran porte que llega a alcanzar hasta veinte metros de altura.
Crece en las tierras no calizas de la zona norte y oeste de la península, beneficiándose del clima de esa zona.
Fue introducido por los romanos aunque se supone que es originario de Asia menor.
Las hojas caen en invierno y tienen una forma grande y alargada; pueden medir hasta 15 centímetros de largo.
Se encuentra profundamente dentado en todo su perímetro, pudiendo observarse fácilmente los nervios en el envés, que se distribuyen desde el nervio central hacia los extremos de la hoja, siendo su discurrir de forma paralela.
Las hojas son coriáceas y presentan un color muy oscuro en la parte del haz.
La floración se produce en los meses de mayo y junio, y fructifica en octubre.
Las flores son pequeñas.
Las masculinas son muy pequeñas y se desarrollan a lo largo de un eje que nace de las axilas de las ramas.
Las femeninas se agrupan en número de tres, naciendo al pie del ramillete de las flores masculinas.
El fruto, tan conocido por todos, es la clásica castaña.
Se encuentran agrupadas de tres en tres, rodeadas por una especie de funda que cuenta con numerosas púas.
El fruto en sí presenta dos caras bien diferenciadas: una de ellas es plana, mientras que la otra es convexa.
Cada una de las semillas está recubierta por una piel de color pardo rojizo, brillante por fuera, con una cierta vellosidad en su parte interna.
En su interior encontramos la castaña, recubierta por una segunda piel muy fina, difícil de separar, y que le confiere un cierto sabor amargo.
Las hojas del castaño presentan sustancias tánicas, sacarosa, glucosa, materias grasas y pectinas.
En la corteza existe gran cantidad de ácido tánico, que puede suponer hasta el 16%, según la edad del árbol.
Tanto la corteza como el leño y las hojas son astringentes, por lo que su empleo es válido para combatir diarreas y también como antiinflamatorio de la garganta mediante la práctica de enjuagues.
La castaña fresca contiene un 50% de agua.
La castaña seca o pilonga tiene un 30% de fécula, un 10% de glucosa, así como dextrinas y albuminoides.
.- Decocción. Se añaden 60 gramos de corteza y hojas de castaño sobre un litro de agua, llevándola hasta ebullición durante quince minutos; tras un filtrado, el líquido obtenido se puede endulzar con sacarina, constituyendo un remedio útil para diarreas leves.
Se pueden tomar hasta cuatro tazas diarias.
También este líquido se emplea para efectuar enjuagues y gárgaras, por su efecto antiinflamatorio.

Expectorante. Antidiarreico. Antirreumático

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